Vídeo realizado por los estudiantes de Ciencias de la Salud de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado de Barquisimeto, Lara.
En el, explican que significa para ellos la lucha y crisis universitaria de Venezuela.
17 de julio de 2013
Vídeo realizado por los estudiantes de Ciencias de la Salud de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado de Barquisimeto, Lara.
En el, explican que significa para ellos la lucha y crisis universitaria de Venezuela.
17 de julio de 2013
(A propósito de la arremetida a los estudiantes en la protesta del 11 de julio de 2013)
Vídeo filmado el 11 de julio de 2013 en la protesta de la autopista Francisco Fajardo de los estudiantes universitarios.
Voz del autor en su pagina:
«La protesta universitaria por las reivindicaciones estudiantiles tomaría la Autopista Francisco Fajardo de Caracas. La convocatoria era el 11 a las 11 en Plaza Venezuela. De la plaza, se trasladaron a la autopista a la altura del Puente Salvador Allende. No habían terminado de extender las pancartas cuando llegaron los colectivos».
Vídeo realizado el 4 de julio de 2013 por el Comité de conflicto de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela.
¡Voces activas, paro activo!
@ECSPresente
La escuela debe formar seres humanos más libres.
Fernando Savater
La situación de las universidades venezolanas me recuerda el mito de Prometeo; esta frustración, desolación, ira y dolor debe ser muy parecido a lo que sintió el Titán griego. Su dolor físico al ser castigado por Zeus en el mito debe parecerse a lo que sentimos a diario todos los miembros de la comunidad universitaria autónoma nacional. Cada mañana un águila gigante arranca nuestro hígado; y cada noche urdimos nuevas ideas para hacerles llegar a la sociedad venezolana un mensaje: “¡Se mueren las universidades y con ella nuestra sociedad se quedará huérfana de sentido común, de lógica, de cultura y del libre pensamiento!”
La educación superior venezolana es devorada cada día, es castigada curiosamente por un delito muy parecido al que cometió Prometeo; brindarle el fuego al hombre y con él la capacidad de no doblegarse ante el enorme poder y capricho del Rey de los Dioses Zeus. Su pecado, parecido al de la Unive, fue brindarle a la humanidad las herramientas para ser libre, justa, sana, crítica, llena de seres civilizados. En palabras de Savater: “El primer objetivo de la escuela es la fabricación de ese ser humano igualitario, racional, capaz de participar de forma crítica en una sociedad democrática, ciudadano de un mundo en el que las fronteras van a significar cada vez menos.”
¿Qué es lo importante?
Dentro de todo este desastre que vive la #UniVe, ¿Qué es lo importante? El sueldo de los profesores, la falta de transporte, las becas de 400 Bs o el bajo presupuesto para la investigación académica en todas las áreas. ¿Eso es para TI importante querida Venezuela? No, y te comprendo.
Entiendo perfectamente que sea ajeno a tus prioridades la situación de las universidades; quizás más cercano a tus prioridades sea mencionarte que el futuro médico, que posiblemente atienda a tus hijos, a tu padre -incluso a ti misma cuando ya seas abuela- está estudiando en este momento sin practicas porque el presupuesto universitario no alcanza para la conservación de los cadáveres que necesita.
Quizás si sea para ti significativo que nos graduamos con las uñas en todas las carreras y luego nos unimos a una sociedad que aún hoy espera que tengamos respuesta a sus necesidades legales, medicinales, informáticas y económicas. Esas mentes que hoy se forman comen galleta y atún en el comedor y luego van a las aulas de clases a recibir información de profesores con la cabeza llena de preocupaciones porque tienen hijos que mantener y una vida digna que vivir. Una vida que se merecen, sin excusas; simplemente se la merecen porque son profesionales y tienen derecho a vivir en función a su esfuerzo.
El caos que vivimos exige más que palabras de comprensión, exige que la sociedad se aboque a entender la razón de que “EL estudiante arrecho reclame sus derechos”. No cerramos avenidas y te incomodamos mi querida #Venezuela porque nos guste. Reclamamos derechos que son nuestro y es necesario que recordemos que existen. Ya es suficiente de tanto silencio y de calarnos callados que nos griten: “Hijos de papi”.
¡Somos hijos de venezolanos!
¿La universidad pública tiene a los niños ricos en ella? ¿Cuántos son? En esas aulas estudian chicos que dependen del comedor universitario para comer, muchachos que no pueden pagar nada más que el transporte universitario para poder llegar a sus aulas. Ciertamente forman parte de esta comunidad los que si nacieron en una posición más acomodada, producto del trabajo de sus padres; y curiosamente ellos prefieren estudiar en la Central que en la UCAB. –Allá tendrían menos problemas de los que tenemos en la UCV.- Pero la “igualdad” demanda que todos tenemos los mismos derechos. Todos los venezolanos tenemos los mismos derechos, indiferentemente de si nacimos con más o con menos oro en los bolsillos, el petróleo es de todos mi Venezuela.
Te recuerdo que al asumir control total del petróleo el “Estado” Venezolano, se comprometió a administrar el ingreso económico para invertirlo en los diferentes servicios a la orden del pueblo venezolano; es decir, de todo aquel que en este suelo tricolor nazca e incluso se nacionalice. La educación autónoma no es un regalo, es un derecho que debe ser bien pagado por el buen dinero petrolero del que aún gozamos.
La universidad cumple, cumple con las uñas, con profesores que pagan ellos mismos los marcadores para dar clase. La universidad cumple y da más de lo que posiblemente podamos devolverle. Nos brinda profesores grandiosos, arrogantes, pasionales, esperanzados, soñadores, sobrevivientes, disciplinados y estrictos; son tantos, tan diferentes, con tanta pasión y conocimiento. A ellos mi respeto, admiración y comprensión. A ellos les debemos que el conocimiento venezolano se conserve a través de los años y llegue a la mente de los pequeños –y no tan pequeños- que están en las escuelas. ¿Quién educará a tus hijos #Venezuela, si ellos renuncian?
Son ciertas las palabras de una profesora que decía: “ustedes están de paso, pero nosotros somos como el mobiliario. Aquí nos quedamos por años” Ellos allí se quedan recibiendo y soportando los embistes dantescos de un gobierno que le importa poco eso llamado “educación”. Esa cosita pues, que a nadie debe importar o influir, porque finalmente: ¿Para qué carajo un pueblo necesita educación?
¿Para qué la educación?
La ecuación es sencilla: Pueblo + educación = pueblo crítico y pensador. Lo contrario; es decir, la ecuación generada por la crisis en la #Unive es: Pueblo + #UNIVE en Crisis= Pueblo dominable (y abominable también, permítanme decirles).
No es la primera vez que la universidad está en crisis; incluso hubo un año por allá en “los 40 años” que fue cerrada; esto no es nuevo y por ello mayor aún debe ser la indignación. Mayor debe ser la determinación a defender el núcleo del saber de una nación, tú mi #Venezuela.
El argumento mediante el cual se justifican los problemas del presente por un pasado igual de ignominioso, es una burda escusa. Basta de justificar el presente terrible que vive la universidad porque en un pasado lejano o cercano no se han tomado las medidas necesarias. No se laven las manos, ni la cara; luego de que se chupen la pepa de un mango porque cuando vuelvan a comer se la van a ensuciar otra vez. Y me disculpan el tono soez, pero estoy cansada, molesta y aún así en la #LuchaUniVe.
Me niego a formar parte de una sociedad que no defiende lo que es de ella y me niego que el pueblo, el bravo pueblo de Bolívar, la Caracas que el ejemplo dio. Se quede arrodillada ante una situación tan denigrante. Y es que #Venezuela te has preguntado, qué pasaría contigo si la matricula de estudiantes que se forman para letrados, geógrafos, historiadores, ingenieros y demás, simplemente dejan de pensar y aprender lo respectivo a sus profesiones. Es que ya no es suficiente la violencia y la desvalorización que aqueja a nuestra sociedad.
Plácido Domingo, dijo en algún momento de su vida: “En la mayoría de los países no interesa educar al pueblo, porque cuando aprende a leer se interesa por los problemas y pide cuentas; los analfabetos no dicen nada.” ¿Qué más ha de pasar?
En tus manos tus derechos, en tus manos están las casas de estudios con más prestigio en nuestra historia patria. En tus manos está tu futuro.
Ingrid Arzolay
Licenciada en Letras y estudiante de Comunicación Social UCV
El cantante One Chot aporta un mensaje en vídeo para la Comunidad Universitaria y los invita a seguir en la lucha y defender la universidad:
El cantante One Chot aporta un mensaje en vídeo para la Comunidad Universitaria y los invita a seguir en la lucha y defender la universidad:
http://www.youtube.com/watch?v=FGF2EIN6BjQ&feature=youtu.be&a
Transcripción de audio telefónico en días de paro
Así inicia una típica conversación telefónica con mi madre desde hace un mes para acá. Ella en Barquisimeto y yo en la Gran Ciudad. Paradójicamente antes solíamos hablar máximo 10 min, ahora una llamada se extiende mínimo 45 min ¿La causa? En estos días de paro tengo mucho más que contar.
Todas las actividades, experiencias y aprendizajes de este “semestre” no tienen nota para el kárdex académico pero sí un valor para el crecimiento personal y hasta profesional. Al menos de eso intento convencer a mi mamá para que no me reclame más.
Creo que lo que tanto hemos estudiado en las aulas ¡Por fin lo estamos llevando a la práctica! Cualquier salón de clases se puede convertir en un pequeño laboratorio de opinión pública, en una hora académica pueden surgir tantas ideas de protestas creativas como personas hayan, una asamblea estudiantil puede convertirse en un verdadero ejemplo de clase (por aquello de la bidireccionalidad de la comunicación profesor-alumno), el primer piso de la escuela luce como una perfecta fábrica de pancartas y cualquier cubículo sirve de sala de redacción para enviar notas de prensa, crear agendas de acción, diseñar panfletos, manejar cuentas de redes sociales y convocar un sinfín de actividades.
Actividades que nos recuerdan que antes de ser estudiantes, profesores o trabajadores somos ucevistas y por excelencia, comunicadores. Ahora se percibe una unión más pronunciada entre quienes hacen vida en la Escuela de Comunicación Social y una muestra de ello se aprecia cada vez que atravesamos el Arco Tamanaco juntos como una comunidad que no distingue entre semestre, cátedra o escalafón, y se moviliza con el único fin de marchar, dar y asistir a una clase magistral, pararse frente a un semáforo o guindar una pancarta que reclame la dignidad de la universidad venezolana.
La universidad venezolana continúa sin recursos materiales pero considero que la calidad de su recurso humano va en aumento continuamente. El sentido de pertenencia ahora es mayor, tanto así que ya no importa asistir un fin de semana a la uni; cumplir horarios extra cátedra surge de forma voluntaria y llevarse tarea para la casa se hace con sacrificio pero con gusto.
“Ta bien, pues, te espero entonces… Sigan luchando, cuídense mucho y que Dios los proteja”, dice mi mami después de escuchar todo esto y antes de colgar el teléfono.
Loiris Castillo
Estudiante de la ECS-UCV
“¡Secuestraron a Alma Máter!”, grita alguien entre el bullicio y el despilfarro de energía: gritos y lamentos, groserías y decepciones. “Es verdad, la secuestraron”, confirma un amigo cercano que ha comido las tres papas a su lado durante cuatro años. Un señor, que ya cuadruplicó más de 10 años de vida, reconfirmó la noticia. “La suma que piden es gigante, inalcanzable”, dijo apenado. Como en todo secuestro, muchas manos pudieran estar involucradas en el acto. Se sospecha de varias, ocultas y enmarañadas.
Ha pasado un día. El olor a grama recién cortada se siente pero se extraña al mismo tiempo. El tic tac del enorme reloj que acostumbraba lucir no se escucha. Es como si algo dijera a gritos que Alma Máter está muriendo, aunque ya llamaron los bandidos, los secuestradores. “¡¡Pero ¿quién la secuestró?!!, gritó una señora –pelo corto, cara larga- desesperada, negada a creer en la realidad.
Entre electrocardiógrafos y voces de gente enferma, se escuchó el latir de lo único que pudiese estar funcionándole a Alma Máter: el servicio hospitalario, esas ganas de ayudar a los enfermos aunque sus recursos son escasos.
47 mil 593 jóvenes la extrañan. Otros 8 mil 710 claman por verla de nuevo, pero no tienen cómo pagar el rescate. Más bien la desaparecida y ultrajada, les debe a ellos. La solución es el dinero, siempre será el dinero. A veces será el pago y el beneficio.
No todos brindan apoyo ¿Quiénes son los familiares? ¿A quién le duele su desaparición? Nadie llora pero todos lo lamentan. Se esperan llamadas, correos electrónicos, mensajes de texto, información en los medios…
─ Nada, nada que se comunican.
Se seguirá esperando con el temor de que se la lleven a donde solo hay sombras. Si eso llegara a pasar, ya nada sería igual: las sombras vencerían a la casa. Alma máter habría muerto.
De repente suena el teléfono. Inesperada llamada. Temblores de manos y sudor mortificado. “No vamos a negociar, Alma Máter está muy bien con nosotros”. Colgaron el teléfono. Alguien se secó una lágrima y dijo: “la lucha es luchando, Alma Máter está muy joven y no puede morir”.
Jorge L. Agobian
Estudiante de Comunicación Social